sábado, 5 de abril de 2008

Sin Asunto en Realidad

He intentado mantener este incrédulo trasegar en pie…

Días y días de contar los espacios en un maldito ordenador de mierda que requiere más que la paciencia que se ha ido por completo… historias que se han perdido para siempre en la virtualidad de este enjambre… que se pudre y me pudre a mí vez reiterándome lo patética que soy tratando de establecerme en esta comunicación…

En momentos he perdido todo, las ganas aun de esconder lo ridícula de mi presencia lo inevitable de que mis manos tiemblen en este sin sentido y mejor musito frases de otros con las que me encanta divagar, tapar el hueco, el despreciable hueco de verse enfrentado a este minúsculo fragmento al que me he reducido desde que el levantarse ya no tiene ningún propósito mecánico…

He intentado escribir… el enfrentarme a la misma cama, la misma almohada, la misma pendejada todos los días, el momento en que no quiero dormir, simplemente para no pensar en ese estado vegetativo que mitiga mi dolor… que lo hace desaparecer frente a mis ojos en el último momento… en el último acompasado respiro del que me hago conciente antes de volver a caer en el abismo…

El requiebro es urgente… y he sentido que he perdido los últimos años tratando de acomodarme a un disfraz que no me sienta cuando me miro al espejo y todo lo que encuentro es una bonita mentira, hecha de historias… cual más inverosímil que la otra, pero de eso se compone la vida supongo… encontrar ese bonito medio en el cual la advertencia de lo que se avecina no sea ese estruendo que derrumbe todo… aquel castillo de naipes en el que he gastado los últimos 23 años… lo primeros o los de siempre…

No se que hago aquí, de que me sirve entrar en toda esta cháchara barata en la cual le imprimo a mis ojos un cuenco más pronunciado… el dolor de cabeza de la siguiente mañana, la saliva espesa y ese difícil encuentro con la luz de otro día, otro maldito día, de acciones escasamente repetitivas, en las que se envuelve el alma… la cabeza… la voz, esa, que no logro apagar en mi cabeza… aun cuando el sueño me alcanza… aun cuando me interno en un bar y me tomo que se yo… un par de botellas de aguardiente y me caigo de la silla, me cambio a otra bastante similar… si es que no es la misma y vuelvo a caer… me rompo una rodilla… dejo mi cigarrera olvidada… mi billetera y mi poncho, llego a mi casa sin saber como… al otro día despierto en la cama… patéticamente arrepentida… me miro al espejo difuso aún por el alcohol y que es lo que encuentro? Es esta sombra repulsa… llena de ojeras… preguntándose a intervalos ¿cómo está viva aún? En mi tierra dirían que de porfiada…

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