martes, 10 de noviembre de 2009

Bajo mis ojos

hay un cuenco bajo mis ojos que no deja escapara las noches en vela ni el rimel corrido, ni el paso de la mano desnuda tratando de secar algunos pocos momentos que se escaparon, cuando la mirada estaba perdida en la pantalla de 15.9 pulgadas...
Un pixel pudo haber detonado un mar que rodaba, pero el ser arcaíco ya no lo sintió se volvió un cero.
cero. cero.
El cuenco recoge el mar y los números y un poco desenfocada desde lejos me veo adentro del otro lado de la ventana.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Asesina de pixeles

Me siento nuevamente en el hueco del colchón, retocando la realidad virtualizada de unas piezas de más... veo en pixeles, como en pixeles, la boca me sabe a los pixeles que trato de desaparecer y se van adhiriendo desde el destello incomprensible del mouse, se meten por las yemas de los dedos que se anquilosan, clic, clic, clic... los pixeles saltan, algunos caen irremediablemente; el abismo no es profundo a mis ojos, sin embargo para la información digital desechada; el trecho es insondable. El perro que se hace a mis pies los devora , se relame, como si fuera el festín indicado y yo después de tantas semanas de evaporar pixeles para la galería de porcelana pensé que el perro estaba medio loco. Esperaba atento, cerca; cada vez que pasaba el "borrador" por la pantalla, la secreción salival era profusa, unas cuantas gotas salían a encontrar el piso; unos cuantos cuadros de información morían ahogados allí. El perro le gustan los pixeles de colores "vivos", los recoge cada vez que paso el "borrador" por la pantalla. Ya no hay Dog Chow, Ni Pedigree, su plato lleva semanas intacto. Cada vez que lo volteo a mira sus bordes se hacen difusos, parecidos a los juegos de Atari, al primer mario bros, como un perro perdido en circus. Quisiera escanearlo y perfilarle esos bordes bruscos pixelados. Por momentos creo que es la acción residual del envenenamiento pixelar, clic, clic, clic.

El perro ha perdido sus dots per inch...
Mueve su cola amarilla pac man y me mira con una mueca de felicidad que sólo pueden demostrar los personajes de ficción en la pantalla del tv.

Yo sigo clic, clic, clic. Ya la jornada parece como una de las series infinitas de Borges, y me dedico a matar pixeles.

Día con día, manos resecas, piel descolorida...

Unas semanas después caigo en cuenta se me quemó un pixel en el dorso de la mano, ahora solo veo R:0 G:0 B:0 profundo, toda luz que entra no vuelve a salir, y yo.
clic, clic, clic, con el perro amarillo pac man.
y dos pixeles más quemados en la cara.

lunes, 20 de abril de 2009

Archivo sin correspondencia

Un archivo sin correspondencia...
Es lo que encuentro cada que ésta hoja en blanco desaparece.
No me encuentro en un lugar seguro ni estoy a merced de los demonios de antaño simplemente me gustaría saber porque se camufla sólo cuando le hablo.

ha recordado acaso que este sitio no es el mio. que los encuentros van y vienen y no atienden el momento en que uno quisiera que por algún momento, sólo y no sólo por tener algo en que creer... los relatos de un libro antiguo de "EL LIBRO" fueran esencialmente verdad y pudiera tras conjuros que no se nombran, poder establecer la falacia del tiempo y el hechizo en el que hemos estado sumergidos se detuviera; y fuéramos inmortales tan sólo en ese segundo, en el segundo en que logro escabullirme en los recuerdos; el momento en que una letra aparece repetitivamente y no quiere saber el porque; busca en el cajón una incipiente herramienta de la que ya no recuerda el nombre o la forma, sin embargo trata con vehemencia de dilucidar el instante en que perdió la memoria analógica para encontrar entre el baúl de correspondencias del mundo matérico, la imagen respectiva en el mundo de las ideas de ese elemento útil para el olvido que le permitía ponerle fin a las letras que se imprimían en la superficie blanca texturada de la que en algunas ocasiones se componen los libros.

Si en ese momento pudiera acceder a la historia pero no aquella en la que se cifra el conocimiento de los eruditos, simplemente un paralelo de la parte más pequeña que pudiera asomarse en un signo encriptado que pudiera hacerle un poco de peso a la palma de mi mano, allí podría cifrarse todo el mundo, y los momentos por seguir, y los recuerdos que no fueron y que construí, y todo aquello que fuera memoria del momento en que dejó de existir y volvió a hacerlo, todo los que son lineas e incluso puntos... puntos que hacen parte del todo del universo y del instante terreno, aquel que no pudo ser detenido, en el que no se pudo develar el secreto ¡¡¡shhhh!!!! Más bajo... No hay lugar a modulaciones... ¡¡¡shhhh!!! Hay que hacer a los dedos silenciosos en el teclado, como si no existieran, como si esto fuera un programa en el que se describe el banco de datos de un cerebro que fue desechado... ¡¡¡shhhh!!! Que no se de cuenta que realmente ha muerto...

Hubo un pequeño daño en la red.
Quiere desaparecer y sabe que no puede... Mientras hayan palabras que lo nombren...
Mientras exista un imagen apropiada aunque sea borrosa, aunque sea deleble, aunque se evapore con cada día en que muere; tal vez estos pensamientos roben un poco de su esencia; con cada invocación tiene una letra menos de su lado y lo más extraño es que no puede detenerlo, ya los caminos se cruzaron ya el punto de partida y el de inicio se sumaron en el momento en que una estrella hizo implosión y las letras 4 y 5 obviaron el espacio lineal que las separaba dedicándose a destrozar los parlamentos del universo....
No lo puede borrar el adminículo con el que lo hacía ha muerto pues ya no lo puede nombrar...
No lo puedo evitar tengo más letras de este lado que de ese...
Nada, no es nada, es más, mucho más que ésta hoja que repite los movimientos de un corazón que desde hace muchos años dejó de ser muscular.

viernes, 13 de febrero de 2009

Sin Voz

Sin voz ni paciencia para andar por las calles de Bogotá; medio dormida o sin dormir durante una semana ayudando en la edición de un documental y de guía en el archivo de Bogotá (después de la calle sexta donde dicen que Bogotá deja de existir) del 40 salón nacional de artistas (que farsa).

Cuando se duerme mucho uno suele pensar unas pocas veces que se pierde el tiempo, dejando pasar las horas por encima de un cuerpo de veinti tantos que se esfuman...

Sin embargo mientras doy unos ciertos pasos apresurados por la carrera sexta, pensando... ¡hijueputa voy tarde!, voy a llegar tarde al trabajo... Ciertas caras salen de las universidades hablando mierda de aquella de la que se podía hablar mientras no habían más que libros y esperanzas, me dan ganas de enloquecer y mostrarles mi billetera, mi prontuario artístico y decirles "¡están tan equivocados!" y salir con una sonrisa sarcástica habiendo roto unos cuantos pares de lentes rosa...

Pero sigo caminando con presteza y veo que la profe que me separó la guía unos días atrás está afuera del archivo con los adorables niños de sexto, me disculpo por la tardanza y entro con ellos...

Hablo cosas que no tienen sentido como las practicas mismas del arte... Y los llevo por un viaje que a algunos suele aburrirlos hasta la médula sólo unas tres caras interesadas y unos niños que me veían las tetas a través de mi escote (a mi favor tengo para decir que no me había dado cuenta).

Algunos me dicen que tengo una voz hermosa me dan las gracias y llegan más grupos... más y más, tumban obras y se cagan de la risa... bueno que mas da...

Salgo a un intermedio a fumarme un cigarrillo y me doy cuenta que me robaron el celular en transmilenio por andar dormida haciendo el documental... mierda...

No me pude fumar el cigarrillo igual llegó más gente y la misma retahíla...

Siento que las palabras son las mismas y no hay nada que hacer mas que dejarse caer...

Sigo pensando que haré la diferencia pero sigo perdida.

Doy una guía tras otra por 350.000 pesos que no se cuando me van a llegar...

Quisiera simplemente como lo he hecho durante dos días volver a dormir y ya....

miércoles, 28 de enero de 2009

Y que importa si no es ninguno...

Escucho algo de Bunbury, en algún momento en que me encuentro perdida sin sentir nada más que el reflejo de la pantalla y alguno que otro movimiento que suele describir el cuerpo a su antojo...
Muchas veces pensé que mi historia tenía los matices de la voz de Bunbury, y entre más me enredo pienso que en todo simplemente hay una voz... la mía...

Quise recordar momentos del pasado, quizá pensar que no había ya más que pudiera ser de importancia en este espacio en el que se suele morir por ratos, simplemente tos, es equivalente a un fallecer... dejarse llevar.

Simplemente hablo frente al espejo, teniendo la certeza del momento en que se añden mis pedazos, cocidos, recortados de otros recuerdos, viendo como se muelen los días, mas allá de ciertos ojos que por intervalos suelen interesarse en el trasegar de los personajes más insignificantes... digo en pleno uso de mis facultades,me pierdo...

me remito:
cuando he perdido el rumbo y no tengo más que hacer que asirme a lo que el tablero pueda brindar...
Aunque todos los bordes hayan sido limados.
Aunque las distancias hayan sido construidas de materiales que no pueden ser borrados; yo simplemente me arriesgo, pues es posible que ya no haya nada más que perder...

¿Qué hacen estos fantasmas sentados a mi puerta?
¿Qué hacen estos días llenos de climas bajo cero en mis pulmones?
¿Qué hacen todas estas letras regadas en el andén sin que yo sepa que hacer con ellas?

Dígame usted:

¿Qué hago gastando neuronas?

domingo, 11 de enero de 2009

Me vuelvo a quedar dormida

Me vuelvo a quedar dormida...
sin remedio en el mismo diván de acontecimientos tardíos
puedo escribir, pues aun el licor no se lleva mi cerebro... aún no...
trato de matarlo con lentas dosis... no tengo la valentía suficiente para acabar definitivamente con esta farsa de estados aparentes...
entre el regocijo y el desespero, trato de obviar que me encuentro viva y por dentro, simplemente el olor a podredumbre que llena mis sentidos...
El alma evacuó el envase... ya no había nada que hacer...
y vacía... sin remedio, me vuelvo a quedar dormida encima del teclado, como si no quisiera renunciar a esta composición y que alguien hallara el complejo demudar en el viento...
en cualquier momento alguien encontrará la botella, ya me la he bebido sin problema, ¿con cuántos litros de licor se llenará un cuerpo vacío?
En lugares no apropiados...
con momentos como hoy tirando el invisible hilo de la destrucción,
veo como por milimétricos pedazos, se va cayendo el disfraz, he tratado de reformarme, pero lo que se es pesa tanto sobre el personaje que he creado...
simplemente tiras de la máscara de papel maché, en la cocina... aun se encuentra el engrudo restante...
y mi alma enferma... se encuentra errante, su casa ha sido demolida, y su propósito ya fue resuelto tras una partida...
yo soy el as de corazones
y el as de copas cuando las emociones
se vuelven en mi contra
y la incoherencia sentimental
me deja fatal frente a ti
El licor se apodera ya de las palabras que sumisas huyen por la ventana que dejé abierta, por si acaso.... por si la habitación llegará a llenarse tanto que ya no pudiera respirar la ausencia...
y he de imaginarme...
Me da miedo mirarme al espejo, con tantos días gastados que llevo de equipaje...
quisiera tragarme la tierra, pero simplemente seré cenizas que se dejan en la caja vacía...
puedo morderme pues ya no siento nada...
puedo llenarme de sangre y lamer los huesos
el aquí y el ahora ha quedado desierto...
no hay ventas de garaje ni sentimientos perdidos...
todo desapareció en el último funeral,
no hay momentos inconsecuentes...
pues con la mirada perdida, tiré todas mis horas al encuentro del tiempo que siempre se pierde tras la última línea...
aunque en diagonal es más fácil olvidar...
olvidar este instante en que me siento como ¡Mierda!
olvidar simplemente que gasto este espacio respirando
un aire que le vendría mejor a un fantasma recién nacido en el exilio...
dejo mi ultimo delirio
siento que me he vuelto a quedar dormida...
tras apagar la luz de una mente que murió
y no ha vuelto a nacer...
NO!!!!
Nunca más!!!!