La última copa dejó una huella en mi rodilla... de unos tonos indescriptibles para el sumario... me acordé de su incidente en la piscina... y no pude evitar sentir que en formas extrañas el alcohol siempre nos lleva a despertar en caminos en que se opone la cordura a las conjeturaciones de un sin sentido que empieza a ser la vida misma, en pequeños fragmentos de historias que se recapitulan, ya que el presente no es lo suficientemente subversivo y divertido para aguantarlo como viene...
En algunos momentos cuando trato de digerir la última porción de nicotina estremezco la cuadricula del piso de ese cuarto que parece mío en ocasiones... pensando... ¿Qué hago?, ¿Qué hago? El puto computador está dañado... el televisor no enciende... la vida nocturna... la respiración de las aceras contiguas, la basta noche muriendo a mi alrededor, y yo sin poderme quitar este hedor a herrumbre, retorcida, desmedida... enjaulada en un lugar lleno de salidas... sin poder simplemente correr... el humo tiende a llenar el cuarto... la pequeña libreta de notas descansando en la mesa de noche que heredé de mi abuela... hablando de mi desconcierto... me llama... y yo simplemente me dejo caer, el peso de las ojeras que se acumulan día con día limitan mi estado de sosiego... someto mi mente al fastidio de la almohada... el techo... el mismo techo... la misma ventana de celosías que me deja descubierta... el sonido irritante del centro... y mi voz, en la cabeza... infatigable... esquizofrénica... que no deja de indagar... mascullar... musitar... momentos que no han pasado y que no se encontrarían ni siquiera en las medallas más dementes otorgadas por los seudo santos de una actualidad sin espacio...
Como callar aquellas voces...
y pensar que lees esto y no lo haces... y pensar que me esfuerzo y no lo hago...
dejar de pensar... detenerme en una palabra vacía, en una letra sin sonido como la H... recordar que el silencio es la esencia perfecta para que lo demás sea percibido... el silencio es bueno... niños la plana para mañana es escribir en el cuaderno hasta que se convenzan que es cierto EL SILENCIO ES BUENO
otra EL SILENCIO ES MI AMIGO otra EL SILENCIO ES MI PASTOR, NADA ME FALTA, POR VERDES PRADERAS... así hasta que un día el cerebro de la maestra se seque de tanta levedad...
Me recuerdo en un estado parecido al suyo... al revés del mío...
Me recuerdo citando a otros siempre... a un viaje que no empieza ni termina...
un lugar que se ha quedado cerca de su cama, volteando un poco a la derecha, por donde la música se escucha y en medio de un SI... y un QUIEN PUDO SER QUIERO QUE SEAS TU, una danza místicamente antigua convocaba a dioses alternos que nunca supe leer...
Espero simplemente que usted si sepa leer...
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