jueves, 24 de enero de 2008

¿Hay alguien afuera?

He fracasado,
Cuantas veces se puede escribir lo mismo, se puede decir en miles de tonos, pertinentes o no que el espacio en blanco no debe ser mancillado?
Hay alguien allá afuera,
Alguien que recuerde mi muerte del año pasado?
Alguien que someta su cerebro a un fuerte escrutinio y encuentre una letra similar a la mía en su abecedario?
Alguien que sin motivo alguno y aun sin conocerme encuentre como paginador en uno de sus libros un foto mía y le parezca un momento imposible, cómo pudo haberse traspapelado un recuerdo de alguien que podría no haber existido?

Quizás si miro un poco más de cerca, si alguien fuera tan amable de prestarme un micro o macro,- podría ya no estar segura - , scopio electrónico, un maraña aglutinada salida de un snapshot, un cliché absolutamente reconocible del mismo western que podrían ser miles reunidos en uno solo, mostraría la redondez de unos cardos, siendo estos los habitantes de un horario tan inapropiado como este.

Sigue siendo la nostalgia, mis métodos de comunicación digital siempre han tenido este fin, inrrumpir en la página en blanco, manchar sus bordes, tratar de prestarme una imagen a través de la grafía de un código predeterminado, y aun así, con estos dibujos detallados de mi rostro, aun así, siento que de esta fachada algo se está desdibujando...

Hay alguien ahí, afuera, adentro,