lunes, 13 de agosto de 2007

La Maleta y las horas de La Maleta

La materia ata al espacio de la verosimilitud, el equipaje siempre pesa en la espalda, ¿ve ese lastre que debo acarrear?, bueno, por lo general todos tenemos alguno, entre más pequeño, entre más grandilocuente, pero en uno de los instantes en los que divago sin piedad, pienso que el mío es el más insoportable; la existencia de esa maleta que engulle todo lo que podría ser mi vida, ¿no le parece extraño que pueda cargar con su vida en una maleta?, ¿no le parece inverosímil que veinti tantos años puedan resumirse en un equipaje tan inusualmente pequeño y fuera de proporción?, ¿qué hay en esa maleta me pregunto?, que hay tan importante y tan irrelevante que deba doblegar mi espalda hasta hacerme ver el suelo, sólo el inevitable suelo, que en muchas ocasiones es lo único que tengo de horizonte…

Por intervalos siento que respira, por intervalos, siento que se apodera de mi esencia, es eso, ¿simplemente es equipaje? es lo que soy, soy tan sólo la maleta que tiene un código para que pueda ser identificable, que demonios es lo que soy en los momentos en que empiezo a sentir que ya no hay nada mas dentro, en los que no hay más que este cascarón que se rehúsa a encontrar una destinación adecuada… ¿y es qué acaso hay alguna?, ¿y es que acaso se pueden trazar designios en un tiquete en unos números, en unos espacios que nunca se llegan a conocer?...

Es esa maleta, pintada de azul, pintada del color de los ojos de mi madre, ¿y que tiene que ver esto con lo demás? Trato de antropomorfizarla (creo que esta palabra no existe, pero que más da si me hago entender, ¿lo hago realmente?) para que no sea tan difícil de digerir, para que no sea el símbolo de un errar sin sentido, un errar que es en lo que puedo resumir esta existencia…

No quisiera más el trasegar por los espacios que desconozco, es tan fuerte y cada vez más fuerte mi sentido de la desorientación, ya no se por donde camino o si camino realmente, sólo el equipaje, inminente, la maleta que me mira desde algún lugar asi sea escondido, diciéndome, te iras, siempre te vas…

Siempre es la misma historia, cuando me voy, cuando me voy, ni siquiera hay tiempo para lo que se vive antes de ese instante, será que todos suponen que si me voy, regresaré en algún momento, y que tal si ya no lo hiciera, y que tal si desapareciera como algunas de las cosas que tenía y que de tanto irme y volver van desapareciendo, ya ni siquiera me doy cuenta que se pierden, pero siempre se suele sentir que algo falta, uno voltea, se toca lentamente, busca algo con afán, que será, que será, algo siempre se me queda, que es, que es, simplemente es el tiempo que ya no vivo, simplemente soy yo que voy perdiendo el sentido, simplemente podría ser yo…

La maleta y las horas de la maleta, las horas que se cuentan siempre en retroceso, yo no tengo un futuro, y ya no se si eso es lo más incierto, siempre los días que paso, en los diferentes lugares que los paso, van en cuenta regresiva, pienso que en algún momento retrocederé tanto, que voy a quedar sin tiempo, atemporalmente viviendo en un lugar que jamás podrá existir, ¿sabe que es eso?, es que regularmente la existencia suele darse por el paso de los años hacia adelante, los míos siempre van hacia atrás, y avanzan pero en determinados momentos no se como lo hacen, veo que mi piel se aja, que mis manos tienen las inevitables hendiduras que dan la madurez y la incapacidad biológica que va incapacitando a las células de cualquier ser humano de reproducirse con la avidez que solían hacerlo, pero el tiempo, mi tiempo siempre llega a un punto cero, y recomienza el conteo, siempre, indefectiblemente hacia atrás…

05 Enero, 2004

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