No recuerdo muy bien que hago en este momento… 5:30 p.m., pensaba que podía llover… si, el cielo gris indicaba que las pocas horas que le restaban al cielo, simplemente para romperse y dejar caer sus pedazos sobre mi y sólo sobre mi, eran inminentes… el 21 de mayo no ha sido muy diferente del 22, simplemente los ojos muy abiertos, y unos cuantos extraños gritos en mi cabeza de una canción que le cambio la historia de su vida a alguien y a muchos…
No recuerdo muy bien por qué empecé por pensarlo y luego ya no se podía hacer nada para ahorrarme el sabor que dejan sus palabras… sólo palabras de códigos indescriptibles y contradictorios… unas horas más atrás me vi, caminando como si ya nada más importara en el mundo, caminar e ir botando todas las cavilaciones insanas que terminan por agujerear mi cabeza dejando escapar todo lo que puedo y podría hacer… me topé con mylu y me prestó ciertas películas que adora con su vida… me dijo con una cierta duda en su voz - eso si le voy a pedir que las cuide -, tal vez las soltó para dejar de hacer evidente que podría írsele la vida en unas cintas magnéticas, y pude recordarme simplemente el 18 de este mes en el mismo estado… complementando historias, y escuchando su vos como si realmente me volviera hablar… que configuración mágica pueden recibir las personas de nuestros afectos, que tanto significan todas las compilaciones de objetos perdidos que componen lo que realmente vienen a ser para nosotros…
El cigarrillo de las 2:20 a.m. fue interrumpido por una alarma que suele despertar a todo el barrio a esta misma hora, para indicar quizás que: Es hora ya de acostarse… vamonos a descansar… realmente la noche está muy fría y la sobriedad del viernes que acaba de terminar no ayuda en nada, no puedo dormir sabe, es extraño que siempre el insomnio termine por acabar lo poco de cordura que puede quedar y sólo pienso en los guiones nuevos, en el momento en que las letras salen, deben salir, quieren nacer y yo simplemente les presto mi cuerpo para que puedan hacerlo… esto no es más que un envase sin marca, no pertenece a nadie, puede ser poseído por algún extraño ser que venga a describir sus lamentos con mi imagen, no hay realmente mucho que hacer… siento mi boca reseca… pienso que puede ser la acción de la nicotina, que a lo largo de muchos días ha ido incrementando sus dosis… dosis mas repetitivas, tomo un sorbo de agua, de lo insoportable que se hace el sentir este tipo de estado que me autoinflijo… las dedos entumecidos y una especie de composición fetal en la que se encuentra mi cuerpo, casi acurrucado en la silla tratando de no evidenciar el desasosiego que se componen en las madrugadas cuando el reloj digital mientras mira como el numero de líneas u columnas aumentan pasan las 2:37 a.m. junto al icono del Messenger que está anulado del patetismo de verse en ceros en la ventana, el signo de interrogación… me pregunto en algunos momentos que pasa… solamente me queda estar dándole soniditos secos y cortantes a los momentos en que la hijueputa espalda duele demasiado como soportarla en cualquier posición, en que los ojos se empiezan a cerrar, sin que mi voluntad pueda ya hacer nada para evitarlo, pero los dedos, aun fríos como paletas siguen respondiendo a los impulsos nerviosos de la sinapsis, casi como si fueran autónomos – pequeño break, para acomodar articulaciones corporales – ese humo, el humo que se encuentra tendido en la terraza, la podredumbre de los pulmones que se limitan a filtrar ese estado de costumbre, de estar besando la muerte tan desenfrenadamente como si quisiera convocarla por pedacitos…
Como las notas antiguas, varios artículos incomodan mi estado aquí, sabe… se porque no puedo dormir aunque mi cuerpo pida una cama… realmente la vida es extraña muy extraña cuando no podes controlar nada de lo que culturalmente termina por invadir nuestra percepción, aprieto mi mano la una con la otra para comprobar si todavía estoy aquí, creo que si, creo que si estoy aquí, aunque no podría corroborarlo…
Cuanto tiempo más mi querido compañero, estaré robándole horas a esta vida que se ve de otro color cuando hay estados tan desquiciados que hasta cualquier indicio de conversaciones y voces ajenas empiezan a convertirse en pedazos de oráculos que se ven despedazados por la acción reticularmente lógica de la realidad y que por esta misma acción no puedo procesar…
De hecho no puedo procesar nada de las palabras que he oído y que son tan reales, que parecen estar hechas con una premeditación tan atroz. Como la de un muy buen guionista que sabe que es lo que el público espera para tenerlo apartado de su mundo simplemente para encontrarse amorosamente con una caja que no te mira, pero que uno observa… como lo observaría a la pálida luz de la pantalla que sigue centelleando en mi memoria, cuando suele perder la conciencia y con delicadeza trato de robarle el último beso ya que probablemente podría ser el último… si es que las líneas que debemos interpretar no ponen otro en el camino… que afecto se ha sentido en esos momentos en que la conciencia no es mucha pero el cariño es tanto, será que en alguno de esos momentos ha alcanzado a sentir el poder que tiene cuando anda dormido?
Dejaré está historias media, tal vez pueda enviarle la continuación en otro desvarío de estos que se que me van a atacar prontamente… no puedo entender… siempre que empiezo a sentirme cómoda en algún lugar este desaparece, como cuando lo hacen las cosas cuando uno siente que estarán ahí para siempre, y al voltear a buscarlas se da uno cuenta que llevan perdidas, no muertas, mucho tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario