Mientras tanto... sigo metida en este destierro de horas interminables, como todas las que rodean la consecutiva vida en la que debemos transitar… sin más que una figura maltrecha, dubitativa, que no se encuentra aun cuando tiene la certeza de enfrentarse contra su reflejo… aun cuando las letras quieran dibujar su esencia, aun cuando despierta todas las mañanas en la misma posición horizontal pretendiendo encontrar otro lugar que se diluye en el silencio…
Recuerdo el pasar de otras páginas a mi lado, cuando voy a la tienda por lo del almuerzo; veo ciertas sobras de tiempos pasados representado por los actores del presente; y si, aquel sabor de fotos amarrillas empieza a llenar mis ojos de un material incoloro que ya no reconozco, porque ha aprendido a quedar en la mitad del camino siempre que no quiere que el recuerdo empiece a clavar sus agudos colmillos en mi blanda piel; bastante propicia siempre, para ese tipo de actividades que ocurren en mitad de un parque como cualquier otro, seguido de un abundante silencio que ya no puede acallar…
En algunos momentos en los que me quiero tirar al piso, porque ya no encuentro un lugar propicio en el cual tomar una siesta de esas eternas… recurro a ciertos lápices con los que en el pasado solía mitigar mis penas… esas penas que siempre me invento… penas que recurren a este cuerpo ya que no encuentran uno más débil en el cual habitar… hecha trizas acurrucada en mi cama, me dedico a armar constelaciones inapropiadas con las protuberancias del techo… en las que se puede divagar en medio del tedio de escuchar tantas promesas que uno suele hacerse cuando ya la reflexión y la propiedad que se tenía, se encuentran de largas vacaciones para evitar el patetismo que suele reflejar mi cara…
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