sábado, 13 de enero de 2007

De la preparación para el viaje, Coca – Cola Light, por favor…


Es indispensable, cargar con algo encima para el viaje, como suelen decir por ahí, el camino es largo y culebrero…

Primera estación: Terminal de Transportes de Bogotá

O.K. Amigo o en su defecto O.K. Amigo 2, al ver estas simpáticas versiones de una misma película de western, me da la sensación que al entrar, un “cowboy” va a salir a atenderme…

Por el contrario una amplia señora viene en mi auxilio:
- ¿Qué quiere?
- ¡Buenos Días!, - me aterra un poco que se hayan perdido las maneras de cortesía entre las personas que nos atienden y aquellos que nos dejamos atender… ¡Eh!, si, (un poco nerviosas) si me da una Coca cola Light, por… ¡ay!, no, de esas no, de las grandes… Muchísimas gracias.

Procedo a sentarme en alguno de los banquitos simétricamente bien dispuestos y desgastados por tantos “traseros” viajeros que deben acometerlos día a día…

Quedo justo enfrente de las tiendas, O.K. Amigo y O.K. Amigo 2, detrás de mí, el reloj digital, números rojos, 10:30, - la niña de la ventanilla dijo que el Bus llegaba a las 10:45, pero siempre hay que esperar - …

Mientras tanto…
Unos cuantos viajeros más se acercan a las tiendas, se preparan para el viaje…
Por lo general nos miramos de reojo, con desconfianza; nadie suelta su maleta, e incluso hay quienes se sientan en ella para asegurarla mejor…
Después de unos cuantos cigarrillos más allá, una voz en los altoparlantes del terminal, anuncian algo indescifrable…

- mju, ju mjÚ… Señores pasajeros, la terminal de transportes de Bogotá informa: que os shatakelso fjdkoeih skdesrioss grasjds dfsliee… ¡que tengan un feliz viaje!...-

Luego de una de las cabinas de despacho, las que hay que franquear para abordar el bus, proviene la traducción simultánea…

- ¡Ibagué- Armenia!, ¡¡¡¡¡Ibagué – Armenia!!!, ¡¡¡¡¡Ibagué – Armenia!!! de salida. –

Apagó mi cigarrillo, tapo la gaseosa, me paro del asiento, me llevo mi maleta, llevando el pasaje en la mano, como lo dije, 11:00 AM… se inicia el viaje.

Segunda estación: Terminal de transportes de Ibagué

El viajero, El viajerito.

Señores pasajeros, hemos llegado a la ciudad de Ibagué, les pedimos por favor desalojar el bus, pues este quedará totalmente cerrado. Vamos a hacer una parada de 20 minutos para almorzar, ¡muchas gracias!

Si, efectivamente era Ibagué, esta muletilla o frase de cajón, tiene siempre diferentes caras y voces… esta es la que me determina, que he llegado a la “ciudad musical de Colombia”; no conozco su aspecto ni su delimitación geográfica, pero si cambiara alguna vez de ruta y me dijeran las mismas palabras en algún otro sitio, juraría que he llegado a Ibagué.

Todo depende del conductor, algunas veces nos bajamos en “El viajero”. Nunca he ido a la zona de comidas, tiene una muy mala reputación y la verdad es que al principio acogí esta regla porque no quería perder de vista mi bus, miraba insistentemente el número que lo identificaba, lo repasaba una y otra vez, tan sólo y aun ahora, me da miedo que me deje…

- Buenas Tardes, me da tres paquetes de Rizadas de Mayonesa (las rizadas son un viejo recuerdo de colegio, solíamos siempre bajar a descanso y comprar paqueticos, paqueticos como las rizadas… un viejo recuerdo que en el viaje me hace sentir como en casa.), y una Coca – Cola Light, por favor…

“El viajerito”, como su nombre lo indica, no es más que un viejo “cuartico” acondicionado para los menesteres de la venta, y si puedo inventar una historia, porque no, fue fundado por un grupo de insurrectos, que solían trabajar en “El viajero” y que por alguna de las disputas que suelen suceder, cuando hay dinero de por medio, montaron su propio establecimiento…

De todas maneras no tiene mucho que ofrecer, y la sección de los paqueticos es tan reducida, que en algunas ocasiones, no queda más remedio que:

- Buenas Tardes, una Coca – Cola Light, por favor…

En cualquiera de los dos casos, siempre quedo en frente del Bus, esperando… volteo hacia donde el conductor está, miro sus movimientos de reojo, sus chanzas, el flirteo con alguna de las meseras.

- ¿Por qué se demora tanto?... mana una bocanada de humo, uuufsshhh… inhalo, otra bocanada más, empiezo a mover repetitivamente mi pie derecho, hacia arriba, hacia abajo, hacia arriba, hacia abajo,
Hacia arriba, hacia abajo,
Hacia arriba, hacia abajo,
Hacia arriba, hacia abajo,
Hacia arriba, hacia abajo… Hacia arriba, hacia abajo (repetir cuantas veces sea necesario, hasta que haya un movimiento, algo que me indique, que el conductor difiere de la acción de comer).
De repente el suceso llega, un par de segundos después… disimulo un poco mi ansiedad, uuufsshhh… inhalo… bajo un poco la mirada para poder ver sus pies, hacia donde se dirige… mana una bocanada de humo… ¡ahí están!, ¡ahí están!, casi con júbilo, sus pies y el mismo saltico, para abandonar la ultima escalera, el conductor se dirige hacia el bus, y yo, 1… 2… 3… 4… 5… (Respiración profunda) me llevo mis paqueticos, mi Coca – Cola Light y voy tras el.

Tercera estación: Terminal de transportes de Armenia.

No hay sonido alguno, luego, sólo ¡¡¡Armenia!!!

El conductor se baja…

Luego me bajo…

El sticker de mi maleta en la mano, lo presento al conductor, espero que me la den…

- Muchas, Gracias, digo…-

Me llevo mi maleta y en alguno de los basureros que encuentro antes de salir del terminal, boto la botella de Coca – Cola, ya vacía…

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