sábado, 13 de enero de 2007

Agosto 12/casi 13/2004

Intentos en espera…
Es en esos momentos en que hay alguien sentado, tratando de organizar un espacio que no es suyo – para no enloquecer – ante el tic-tac de la invención + ensordecedora del ser humano; UD. Los ha visto. Los ve por meses tratando de pasar sus días + que personal y alterno. Cuando UD. Espera podría matar el tiempo a punta de tinta y papel; supongo que pudo intentarlo… a mí no me ha funcionado de un modo contundente, suelo sentir que el tiempo se dilata mucho + que los acontecimientos, contra los que me topo, me permiten coordinar el hilo subsiguiente en el cuaderno

…Muchas historias pueden urdirse mientras se trata de escudriñar ese rincón intacto de la espera…
Pero muchos de los espacios que se despliegan ante la única línea que se dispone a franquear… pedazos de momentos como los que suele quedar impregnado el cuerpo en la memoria, letras que se avecinan sin piedad y aún más impertinentes cuando se cargan con una banda sonora… aquellos pedazos que quedan en stand-by como cuando hablo con alguien que no entiende ésta retórica… sentir te da la posibilidad de considerar que te encuentras vivo, aunque si lo coges con el filo contrario se pueden llegar a perder demasiados litros de sangre + de los que carga el cuerpo diariamente…



Estoy en un estado de situaciones extrañas, ya no diré, después de pensarlo con detenimiento, ni con calma, sino con el ocio del Artista recién graduado que no son malas premoniciones, ni situaciones adversas, ni contradicciones del destino griego… simplemente relaciones de situaciones inesperadas, algo como cuando se camina rápidamente en la calle estrecha con una pila de pensamientos… los que sean, atados en la espalda… en mi caso personal, el humo del cigarrillo recién encendido y la necesidad de llegar a algún lugar… tara ta ra t ata… el impulso se ve atajado de un modo contundente, el pensamiento cesa indescriptiblemente sin haberlo buscado, por un para de nanosegundos, en los que sin motivo aparente el cuerpo frena… porque algo… y aún no he podido determinarlo… ve… siente… intuye que, al doblar la esquina, va a encontrar, esa otra mole, con la misma palidez inesperada…

¿Cómo demonios no nos chocamos?

…Uno frena, no…
Trata de entrar en sí,
En realidad no es mayor cosa, todos caminamos,
Unos 6.000.000 o más de habitantes, tal vez lo(a) quemé con el cigarrillo, miles de vericuetos, hipótesis y expectativas, se refuerzan en ese par de nanosegundos que hacen que el corazón palpite más fuerte, que la mente cese y que el infinito animal caníbal no termine por usurpar el espacio; luego de un par de bailes y de enfrentamientos; de una mirada fija e inquisitiva… de esa de la que jamás entrarías ni siquiera con un conocido… la sonrisa fingida de postiza hospitalidad… fuerza a adivinar hacia a donde dirigirse, alejarse con ese vacío en el estomago… las manos un poco temblorosas y la sensación que desde ese momento ya no tenés rutina…

Sucesión de momentos así en la vida es los que lo llevan a pensar a uno que tal vez y sólo tal vez algo discordante ha llegado a apoderarse del momento… cualquier momento…

Espero… el timbre… cruento del piso de al lado… un intento fallido de ladrido del perro, siento que una voz se acerca a decirme algo de la luz, no quiero el regaño ni la certeza que estoy aquí

 Ahí iba, esperaba ahora, toca parar, este sitio no es mi sitio, pero, ¿Cuál lo es?

 En realidad ya no necesito un recuento…

Suerte… luego otra espera vendrá…

 Misivas de duelo #...
Sin fecha…

 Ya no hay recuento, Good Bye Blue Sky…

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