Parece el último día del año…
Este pequeño espacio se ha vuelto un mito…
Un Antiguo sortilegio del que me valgo para pensar en todo aquello que dejamos de hacer aun cuando teníamos la oportunidad de estar… estar y lo desechamos por seguir caminos que parecen bifurcarse pero que siempre llegan al mismo destino.
He visto el prontuario de misivas del exilio, una a una han llenado las múltiples categorías de las que se compone el ser…
Se que en los instantes en que no hay ninguna… no estoy mal, estoy respirando aun, sin alguna traba de aquellas que dificultan el subir escaleras sin pensar que se va a perder la vida…
Aquellas malditas escaleras de historias, de amores sacros y de profanaciones de estilo, escaleras de borracheras en compañías no tan gratas, como la mía en alguna ocasión familiar a la que no pertenecía… aun me pregunto que hacía ahí, después casi de dos años del suceso, pude verlo y pensarlo… decidí que hice parte de ese tiempo… soy una de sus sombras, y aquella iba bien a la ocasión.
Supuse de un modo melancólico, que sus letras, tan parecidas a las mías, podrían escribir una misma historia; nuestras melancolías superan lo que el mundo puede aguantar, el mundo no estaba preparado para tan magnificente grandeza y después de muchas horas frente al computador y las letras y la música del wmp, pude aceptar esta cuota de supervivencia sin romper a llorar.
Es inevitable que siga en esta labor, su nombre esta cosido a mi espalda y sabe muy bien que no es una imprecisión metafórica…
Es inevitable que siga en esta labor, no por capricho, ya no quiero demostrarle nada, ya no quiero a fuerza pertenecer a uno de los volúmenes de su enciclopedia, he leído todas sus líneas bajo la apariencia de mis sombrías letras; usted me abrió las puertas, a un mundo que desconocía y en el que ahora soy feliz – muy propicio que su esencia aun permanezca en mi. Para siempre. Que haya sido precisamente usted el que me enseñara a dar mis primeros pasos nuevamente. –
La primera vez que escuché el viaje a ninguna parte, se me hizo familiar, y me pareció una prolongada misiva del exilio sin división de capítulos, sin letras, sin comas, que no hubieran sido predispuestas ya, por las vivencias de dos personajes que creaban el universo sin moverse de aquel placentero colchón que se amoldaba apaciblemente a las caídas…
No había nombres…
Las historias estaban escritas ya…
Como alguna vez acerté a decirle…
Las letras siempre son indiferentemente las mismas,
Pero con ellas se pueden crear millones de universos. – o algo así –
Pero entre las mismas vueltas que dio la vida supe que era la chica triste que lo hacía reír…
Por unos dos días más y aquellas podría haber sido una de nuestras vidas… supongo que ahora se hace difícil de rememorar.
Al expresar ciertas presencias no es para desacreditar los instantes que dejé pasar sino para darle vida a unas letras que parecen estar escritas con los pocos vestigios que aun quedan de su ser…
Como ese compañero silencioso que siempre escucho mis demencias y al cual no pude robarle más que un par de horas…
Se a ciencia cierta que o puedo abandonar esta labor, algunas vez dije que los dedos se abalanzaban en el teclado y que aun después de mi muerte, las misivas de alguna manera inexplicable, seguirían llegando…
Probablemente sea ese el ánimo de mi existencia, ser unas cuantas letras, dejar un vestigio de mi existencia a esos ojos que parecen verlo todo y que enmudecen al ser indagados levemente por los míos que se conforman de muchos más…
Que se yo, discúlpeme, algunas veces me doy demasiado crédito…
Yo no olvido fácilmente, la película que escribimos en noches de hastío
No olvido los versos que inventamos…
Ni las horas mudas simplemente de música y mundano alcohol… sosteniendo nuestros egos de la mano…
Fue mucho para el tiempo… pero poco para la sed que aumentaba cuando todo lo que somos colisionaba en unas cuantas horas… creo que no existe insumo suficiente en las papelerías del mundo para siquiera resumir uno de nuestros capítulos del exilio.
Tenías sed siempre a la vez en los mismos lugares
Tierra y fuego sólo
son dos signos
Persiguiendo un mismo fin…
Escucho aquellas letras y me recuerdo con vos…
Es extraño…
En diciembre… siempre está presente… un 13 de Diciembre comenzó este capitulo sin destinatario,
nos metimos en un problema en el que nos sentíamos a gusto quién sabe porque diablos… fue solo
un roce de la piel… con algo prohibido y vistoso… sin embargo de allí nacieron buenas letras…
alcohólicas como sus progenitores… en fin nada puede ser perfecto, aunque supongo nos parecemos
a la perfección del destierro.
Puedo decirle que no me arrepiento de uno sólo de estos indicios, no me arrepiento de haberlo conocido, y
pienso que aun en estos silencios que aun no sé a ciencia cierta de donde provienen, no puedo sentirme más cómoda y feliz.
sus letras siempre estarán en mi corazón… como su compañera ausente…
su camino inevitablemente se cruza con el mío aunque aun no seamos capaces de percibirlo
del todo…
Hace parte substancial aun del modo en que camino…
De mis muecas al deprimirme…
De la sonrisa que aun puede arrancarme el día
De las sensaciones de miseria y desconcierto…
Del todo y de la parte…
Hace parte del universo…
No se si todavía guarde bajo llave aquel mundo que escribimos juntos…
Usted es ese mundo… yo
simplemente me he dedicado a redactarlo.
Se que cuando el tiempo sea propicio, volveremos a tomarnos un café, aunque no le guste del todo…
Nos escaparemos a un rincón de música y vino; tal vez.
Y volveremos a desafiar las leyes universales.
Por ahora todavía queda tiempo.
Le deseo que tenga el mejor camino que pueda recorrer…
Sinceramente se que no dista del mío…
El capitán termina la bitácora de viaje de este año…
Y el almirante dispone la ruta que han de emprender los viajeros que se ciernen a nuestra merced…
Noches llenas creatividad y por las que la fantasía recorre el mundo y nos inspira a todos los bloggeros.
ResponderBorrarYa se te echaba de menos!!!
Daemonicus Imprimatur