El personaje volvía a la habitación, tratando de contener el aliento... ya hubo acuerdos tácitos, siempre los hubo, enredaba un poco los dedos en su pelo -Siempre lo hacía cuando le agarraba algún nerviosismo inoportuno- Sabia que debía dejarlo, sin embargo, buscó instintivamente en la gaveta junto a la cama el paquete de cigarrillos a medio terminar... y en la alforja del tiempo un encendedor de esos que parecen no encender más...
En un momento todo fue tiniebla y un grisáceo humo - ese debe ser su color normal - que envolvía todo el cuarto, y su hedor continuaba en los cuartos contiguos acostumbrados ya a sus amargas noches de soledad y angustia.
El mar estaba tan lejos...
de hecho nunca ha conocido el mar más que con soñarlo...
Presiente haber estado compuesto de mar... ya que las goteras que se filtran por sus ojos - algún desperfecto de fabrica - le recuerdan el sabor "que dicen que tiene" el mar, las personas que han sucumbido a el...
Pero ese sabor salado y metálico, solo le concierne a su alma a medio estrenar... un alma que se pudre en aquella filtraciones espontáneas y esporádicas que hacen que sus ojos se empañen e inevitablemente, perdiendo esta facultad, tropieza con todos los bultos de los que se compone su medieval uso de transporte...
-Veo que has llorado-
¿Por qué?
-Los ojos han mutado su color...
Muchas veces pensó que le agradaría ser simplemente sus ojos, esos ojos que cambian con la marea y que se abstienen de hablar... miran, hurgan y se siente inquiridos... pero no hay levedad mas absoluta que la del tiempo que ata los pasos a una tierra que no es mas que un papel gris, desvencijado, por años y años de encontrar la primera ruta que se erigió en él.
Puedo mirar en ambas direcciones pero siempre me arrollan...
No importa me gusta inyectarme este veneno...
estoy poseído, lleno de memorias que van a libros sin letras...
simplemente las impresiones de la mente adversa...
Quisiera simplemente botar el humo ya.
A veces viendo a la distancia imagino que estoy...
he redimido el tiempo que perdí viendo el horizonte... mientras el humo se alejaba hacia su destino...
he redimido las horas que enteramente se quedaron en la cuarta letra...
horas ¿que es eso?
No hay espacio ni tiempo para los seres de la noche pues son eternos.
Simplemente un personaje más.
Impresionante post, donde el humo del cigarro, el mar y la noche evocan soledad y sueños.
ResponderBorrarDaemonicus Imprimatur.
Querida mía, me encanta verte en esta foto tuya, como le digo yo, en el palomar de Bogotá, uffff! como me gustaría conocer tu ciudad.
ResponderBorrarUn abrazote grande!!!!
Almas a medio estrenar.. seria maravilloso saber cuantas veces hemos usado el alma? o cuantas veces mal usado ... seria interesante saber si continua con olor a nuevo, se que existen corazones y cerebros sin usar, pero el alma tambien?
ResponderBorrarbesos nena
me encanto tu portafolio, no sabia que tu hermano andaba en politica... se nota que estoy bien lejos...
un abrazo nenita bonita
mariajose
Daemonicus Imprimatur gracias por tus impresiones en este mundo de ventanas casi imperceptible sigo de cerca las letanías de un lado cercano al corazón, mi psicodelirium.
ResponderBorrarValentín, jajaja si por aqui estamos entre lluvias y aun más deseos de tener un sombrilla tan gigante donde se pueda ver de nuevo el sol, un abrazo.
Majo
si hay muchas cosas que quizas ni sabemos como estrenar, gracias por pasarte por mi página y darme tu opinión que es muy importante para mí, si mi hermano se lanzó de concejal y pues no pasó, ahora anda trabajando para el municipio.
Un Abrazote