Espiando el vacío, en aquel horizonte lleno de neblina...
se encuentra el indicio de un día de lluvia lejano como todos ausente como los demás...
no se recuerdan lo vínculos al desierto, viviendo en un olvido que lo premedita todo.
Yo simplemente me dejo llevar, por unas hojas que han quedado escondidas en el entierro de metal.
Frío de metal, frío como su silencio. Qué frío hace en Bogotá ahora.
Hay una cuenta regresiva, y aun siento miedo, miedo de los días que se ahogan en frente de la muerte.
Ya no encuentro como sentir... Me desmayo quizás, intentando quedar en ese momento, pero como le hacemos, ya ni los intentos alcanzan para la cuota necesaria no hay nada en los bolsillos y el ultimo cigarrillo y nos vamos...
Lentamente se pierde, como siempre, y simplemente espío el movimiento de los murciélagos, arriba y abajo. como demonios reiterativos.
El boyerista se asoma sólo un poco, encuentra una señal en la ventana y prefiere ocultar el control y cambiar el canal a uno cultural, para que no se sospeche de su soledad meditada; sólo por el cerrojo; sólo por la ventana cerrada, se encuentra sentado, quizás con unos audífonos callando el instante... no más sonido... no mas demonios en la puerta; mañana se irá con unos cuantos papeles a buscar trabajo, a trabar fortuna con su desasosiego, a conocer un apartamento en el que vivirá dentro de seis meses, le estampará su firma y será suyo... un cambio de ventana sería genial, aunque siempre tengan el imprudente vidrio...
Salgo a caminar... como una más y sigo las huellas que se quedan en el pavimento, miro nuevamente hacia los lados para cruzar.
Muchas veces, aun me pregunto que hago aquí. Y ya no encuentro más cartas bajo la manga, y nuevamente callo mi mente y me pongo a divagar...
¿Hacia donde van los pensamientos cuando les pongo la mano para que no griten mas?
¿Hacia donde van estos estados que se dejan de caminar?
¿Hacia donde se van las letras que no he vuelto a utilizar?
se encuentra el indicio de un día de lluvia lejano como todos ausente como los demás...
no se recuerdan lo vínculos al desierto, viviendo en un olvido que lo premedita todo.
Yo simplemente me dejo llevar, por unas hojas que han quedado escondidas en el entierro de metal.
Frío de metal, frío como su silencio. Qué frío hace en Bogotá ahora.
Hay una cuenta regresiva, y aun siento miedo, miedo de los días que se ahogan en frente de la muerte.
Ya no encuentro como sentir... Me desmayo quizás, intentando quedar en ese momento, pero como le hacemos, ya ni los intentos alcanzan para la cuota necesaria no hay nada en los bolsillos y el ultimo cigarrillo y nos vamos...
Lentamente se pierde, como siempre, y simplemente espío el movimiento de los murciélagos, arriba y abajo. como demonios reiterativos.
El boyerista se asoma sólo un poco, encuentra una señal en la ventana y prefiere ocultar el control y cambiar el canal a uno cultural, para que no se sospeche de su soledad meditada; sólo por el cerrojo; sólo por la ventana cerrada, se encuentra sentado, quizás con unos audífonos callando el instante... no más sonido... no mas demonios en la puerta; mañana se irá con unos cuantos papeles a buscar trabajo, a trabar fortuna con su desasosiego, a conocer un apartamento en el que vivirá dentro de seis meses, le estampará su firma y será suyo... un cambio de ventana sería genial, aunque siempre tengan el imprudente vidrio...
Salgo a caminar... como una más y sigo las huellas que se quedan en el pavimento, miro nuevamente hacia los lados para cruzar.
Muchas veces, aun me pregunto que hago aquí. Y ya no encuentro más cartas bajo la manga, y nuevamente callo mi mente y me pongo a divagar...
¿Hacia donde van los pensamientos cuando les pongo la mano para que no griten mas?
¿Hacia donde van estos estados que se dejan de caminar?
¿Hacia donde se van las letras que no he vuelto a utilizar?
Te juro que he pensado en ti todos estos días por lo nublado que ha estado en Santo Domingo las tardes y algunas mañanas, ahora está nublado. Mihermano y tu siempre me han dicho cuan nublado suele ser esa ciudad que alguna vez deeo visitar.
ResponderBorrarMe alegra mucho que estés de vueltas, quieres un té caliente? No te pierdas tanto Eka. te envío un caluroso abrazo para ese frío bogotano. Un beso!!!
Estupenda reflexión, impresión, sentir... (no sé cómo llamarlo)
ResponderBorrarTe leemos.
Los pensamientos se esacapan aveces aunque no quieras perderlos o no quieras que alguien mas los atesore...
ResponderBorrarun abrazo amiguita gracias por leerme... besos
mariajose
Hola,Ekatherine, en mi blog hay un detallito para ti. Si deseas recogerlo visita el siguiente enlace:
ResponderBorrarhttp://resistensanleo.blogspot.com/
Bueno, al parecer estas de vacaciones, si es así, disfrutalas al maximo; mientras te envío unos cuantos abrazos y otro beso!!!!
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